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Enfermedad del saco anal en perros

¿Qué son los sacos anales?

Los sacos anales son dos pequeñas bolsillos ubicadas a ambos lados del ano, aproximadamente en las posiciones de las cuatro y las ocho en punto. Sus paredes están revestidas de numerosas glándulas que producen un líquido maloliente. Este líquido se almacena en los sacos anales y luego se libera a través de un pequeño conducto que desemboca justo dentro del ano. Los sacos anales se conocen comúnmente como glándulas anales. Están presentes tanto en perros machos como hembras.

¿Cuál es la función de los sacos anales?

El líquido que secretan los sacos anales contiene sustancias químicas que actúan como marcadores territoriales o como "tarjetas de visita" caninas. Estas secreciones son similares a las que produce una mofeta, y se utilizan para repeler enemigos y alertar a otros animales de su presencia. El líquido de los sacos anales suele expulsarse mediante contracciones musculares cada vez que un perro defeca, lo que proporciona un olor distintivo (o una "firma olfativa") a las heces. Este olor es la razón por la que los perros están tan interesados en oler las heces de otros perros.

¿Qué es la enfermedad del saco anal?

La enfermedad de los sacos anales es común en perros. Estos sacos se obstruyen con frecuencia, generalmente debido a la inflamación de los conductos. La secreción de los sacos obstruidos se espesa y estos se inflaman y distienden, lo que provoca dolor al defecar.

El material secretado en los sacos anales es un medio ideal para el crecimiento bacteriano, lo que facilita la formación de infecciones. Las bacterias que normalmente están presentes en las heces pueden viajar fácilmente por los conductos y entrar en los sacos. En situaciones normales, las bacterias se eliminan al expulsar las secreciones durante la deposición. Sin embargo, si los sacos se obstruyen, el líquido no se vacía con normalidad y se infectan. El líquido se vuelve sanguinolento y, finalmente, los sacos se llenan de pus, formando un absceso del saco anal.

El absceso se presenta como una hinchazón dolorosa, roja y caliente en uno o ambos lados del ano. Si el absceso revienta, liberará pus de color amarillo verdoso o sanguinolento a través de una abertura en la piel junto al ano. Si no se trata, la infección puede propagarse rápidamente y causar daños graves en la zona anal. En ocasiones, las infecciones se presentan sin obstrucción, y el contenido del saco anal puede drenar a través del conducto y verse salir por el ano.

¿Cómo sabré si mi perro tiene problemas en las glándulas anales?

El primer signo suele ser arrastrar el trasero por el suelo. Puede haber lamido o mordisqueo excesivo, a menudo en la base de la cola en lugar de en la zona anal. Si el saco anal se rompe, es posible que vea drenaje de sangre o pus. La enfermedad del saco anal es muy dolorosa. Incluso perros normalmente mansos pueden morder o gruñir si se les toca la cola o el ano si están afectados.

¿Cómo se trata la enfermedad del saco anal?

El tratamiento para la impactación consiste en vaciar los sacos y eliminar cualquier material solidificado. También puede ser necesario administrar antiinflamatorios y antibióticos al saco afectado. Este tratamiento puede ser doloroso, por lo que podría requerir sedación.

El tratamiento para la infección consiste en vaciar los sacos y administrar antibióticos orales para eliminar las bacterias. La mayoría de los perros responden bien a los analgésicos y antibióticos. Su veterinario también podría recomendar el uso de compresas tibias para aliviar aún más el dolor. Si el absceso ya se ha roto, es posible que deba limpiar suavemente la zona con regularidad hasta que cicatrice. Si su perro se lame la zona, debe usar un collar cónico.

Su veterinario le informará cuándo debe volver a evaluar a su perro. En esta reevaluación, probablemente le vaciarán las glándulas anales y podrían administrarle una segunda infusión de antiinflamatorios y antibióticos.

Si los sacos anales están abscesados pero no han comenzado a drenar, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para abrir el absceso.

¿Es probable que la afección vuelva a aparecer?

Algunos perros presentan obstrucciones o abscesos recurrentes en los sacos anales. Las causas de la enfermedad recurrente de los sacos anales no están claras, pero ciertas afecciones parecen predisponer a los perros. Los perros con sobrepeso tienden a tener problemas crónicos en los sacos anales debido a que estos no se vacían bien. Los cambios en la consistencia de las heces, como la diarrea o el estreñimiento, pueden provocar la enfermedad de los sacos anales. También se ha teorizado que las alergias cutáneas contribuyen a la enfermedad de los sacos anales.

Si su perro sufre de enfermedad recurrente de las glándulas anales, llévelo a su veterinario para evaluación y tratamiento por cualquier afección subyacente para reducir la recurrencia. Los perros con problemas recurrentes de glándulas anales pueden beneficiarse de un vaciado regular por parte de profesionales veterinarios.

Si su perro tiene varios episodios de enfermedad de los sacos anales y los tratamientos recomendados no alivian el problema, los sacos anales se pueden extirpar quirúrgicamente.

¿Son necesarias las sacos anales para mi perro?

Los sacos anales producen una secreción de olor penetrante que permite a los perros marcar su territorio. En los perros domésticos, esta función es innecesaria y su extracción no afectará negativamente a su mascota.

¿Existen riesgos asociados con la extirpación quirúrgica de los sacos anales?

La extirpación de los sacos anales es una cirugía delicada y especializada. Algunos veterinarios realizan este procedimiento de forma rutinaria; sin embargo, en ciertos casos, su veterinario podría recomendar la derivación a un cirujano veterinario certificado.

Algunos perros experimentarán heces blandas o incontinencia intestinal durante una a tres semanas después de la cirugía. Esto se debe a que los nervios que controlan los esfínteres anales (músculos que cierran el recto) recorren los tejidos blandos cerca de los sacos anales. Si la infección es profunda y extensa, puede ser imposible evitar dañar los nervios durante la cirugía. En la mayoría de las mascotas, este daño se resuelve sin tratamiento adicional. En casos raros, el daño nervioso es permanente y puede provocar incontinencia fecal crónica.

Si su perro sufre de infección o impactación crónica o recurrente de los sacos anales, la extirpación quirúrgica puede ser la mejor opción para aliviar el dolor. Su veterinario le explicará los riesgos y beneficios de la cirugía.

Mi perro está muy nervioso y a veces parece expulsar sus propias glándulas. ¿Es normal?

Es común que los perros liberen el contenido de sus sacos anales, sobre todo si están asustados. Algunos perros incluso parecen perder el control del ano o de los conductos anales, y una pequeña cantidad de líquido se drena mientras descansan, dejando un olor desagradable persistente en la casa. Si su perro tiene este problema, consulte con su veterinario.

¿Qué otros problemas pueden desarrollarse con los sacos anales?

Los perros mayores pueden desarrollar adenocarcinoma, un cáncer en los sacos anales. Los síntomas son similares a los de una infección y pueden incluir hinchazón junto al ano, arrastre del ano y lamido excesivo. Por lo tanto, es importante que un veterinario examine a su perro en cuanto observe cualquier signo clínico.


NOTA: Este contenido fue traducido de su versión original en inglés utilizando una herramienta de traducción basada en navegador. Está pendiente una revisión completa del idioma y es posible que haya inconsistencias menores o errores de redacción.


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Este contenido puede ayudar a responder preguntas frecuentes, pero no sustituye el consejo médico ni una consulta o examen clínico adecuado de su mascota por parte de un veterinario. Si tiene alguna pregunta o inquietud sobre la salud de su mascota, comuníquese con su veterinario. Última actualización: 26 de mayo de 2025


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